jueves, 28 de abril de 2016

Grúas de ocasión

No causaba ningún riesgo ni peligro donde estaba aparcado
Son las 9 de la mañana de un sábado, estoy a la cola en la churrería de Santana, otros con sus coches en la calzada en doble fila también esperan su turno. Yo tengo el mío mal aparcado en una esquina a 200 metros. Veo que un señor aparca un poco más adelante y entra en Mercadona. No pasa medio minuto cuando al intentar controlar mi coche advierto que una grúa está enganchando el del señor que acababa de aparcar. Todos los de los churros contemplamos la "azaña". Le digo al policía que  acaba de dejarlo y debe estar en la tienda, pero ni caso, se lo llevan, sin dar tiempo para avisarle. Al minuto sale el señor del súper con un pack de leche, se queda perplejo al ver que no está el coche donde le había dejado. Después de deambular un poco como sin saber a dónde ir toma un taxi para ir a recoger su vehículo.

Nos quedamos sorprendidos al ver lo que le han hecho al pobre hombre en nada tiempo, indignados porque además su coche aunque estuviera en una zona prohibida, al lado de un paso de cebra, con rayas amarillas cruzadas, no suponía el más mínimo daño ni peligro para la circulación y menos ese día y a esa hora que no andaba nadie por la calle. En cambio los que estaban en doble fila sí que estaban obstaculizando el tráfico y la grúa había pasado de largo, también había pasado por la esquina donde estaba el mío encima de la acera, pienso que probablemente porque era difícil de enganchar, ya que había delante una señal, no le hizo caso. Al que mejor estaba, porque al menos a nadie perjudicaba fue al que le toco la china.

Cuando uno deja el  coche mal aparcado sabe a lo que se expone: a una multa. Lo que  no es justo es que se lo lleven porque la ley además dice explícitamente que para llevárselo ha de estar causando peligro para la circulación y este por supuesto que de eso nada. Algo parecido me pasó a mí en una ocasión en Papalaguinda hace años: mucho peligro dijeron,  porque me había deslizado un paso de la zona de aparcamiento, y mira que aquella tarde de Nochebuena sí que tenían donde elegir los polis y grúas para coger los que realmente estaban causando peligro  mal estacionados. Sientes  mucha rabia e impotencia. Hice recurso, para nada porque ellos interpretan la ley a su manera,  al final no me sirvió  más que como recurso de pataleo.

Si tuviéramos en cuenta cómo actúa en estos casos la injusta justicia llegaríamos a la conclusión de que por supuesto, el coche se debe dejar bien aparcado, pero si en ese momento la circunstancias lo hacen imposible, tendríamos que dejarlo en un lugar donde la ocasión para el acceso a su captura por la grúa municipal sea difícil o imposible, solo así podremos estar seguros de que antes de llevarse el nuestro llevarán otros que estén más accesibles aunque estén ocasionando mucho menos trastorno. ¡Vivir para ver!


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