Había
una vez un tal Zapatero que en un desfile de las fuerzas armadas al paso de la
bandera de Estados Unidos, cuando todos estaban de pie él se quedó sentado. Al
poco tiempo cuando fue Presidente, por cierto bastante nefasto para España, no sabía el pobre que hacer para
que fuera recibido por el mandatario del país, al que había faltado con su
comportamiento insensato y caprichoso. Como era de esperar pagó con creces su osadía, pero lo peor es que también
pagamos sus extemporaneidades todos los
españoles.
Donald Trump, Hilary Clinton TVE |
Servidor
hubiera deseado que hubiera ganado Hillary Clinton, hasta hubiera dado
algo (no mucho) porque esto ocurriera, pero
resulta que ganó Donald Trump . Resulta que salió elegido en unas elecciones
democráticas a las que no se las pueden poner objeciones. Es cierto que en
votos le superó su adversaria por los intríngulis de la repartición del voto de las poblaciones para la elección de compromisarios, pero esto no merma legitimidad y democracia a su victoria que está
dentro de las normas que ellos mismos se han dado.
También
es verdad que el señor Trump ha dado, sobre todo en su campaña, muestras de ser
un sujeto fácilmente mejorable: el muro que quería poner a Méjico, cerrar fronteras, retórica de misógino que infravalora a las mujeres, faltoso con
muchos, incluso con algún discapacitado, insulto a personas, entre ellas a la
señor Clinton... en fin múltiples salidas de pata de banco; pero a pesar de todo
ello, lo cierto es que ganó las elecciones.
Se
habla de que una persona con los deslices,
temperamento y estado mental como Trump no
puede tener en sus manos la posibilidad apretar el botón nuclear que podría
matar a millones de personas. No es tan fácil como algunos lo pretenden pintar.
El maletín nuclear, del que una copia va con el Presidente a todas partes,
incluye dentro unos códigos a los que tiene acceso este, pero no se trata así sin más de tener a su alcance dicha
posibilidad, antes tienen que cumplirse una sería de normas y condiciones para
adoptar una posición que emana del Pentágono y las altas autoridades. A fin de
cuentas el Presidente lo que hace, más
bien, es refrendar esas posiciones.
Apenas lleva unas horas el nuevo mandatario electo y ya todos advierten que ha cambiado su actitud, que es mucho más amable y conciliador. Claro, no es lo mismo estar en el fragor de la campaña y hacer cualquier cosa por arañar un voto, que saber que pronto tendrá que ponerse a gobernar. Pero da igual hay unos cuantos listillos por ahí: periodistas, políticos etc., que siguen con sus insultos y descalificaciones al nuevo inquilino de la Casa Blanca y lo que es peor, también hay quien hace lo mismo con los millones de votantes de aquel. Es que son tan tolerantes que para ellos, solo las elecciones son justas cuando sale lo que ellos quieren. A ver si les va a pasar lo que a Zapatero que después algún día tienen que arrepentirse de ser tan "demócratas".
Apenas lleva unas horas el nuevo mandatario electo y ya todos advierten que ha cambiado su actitud, que es mucho más amable y conciliador. Claro, no es lo mismo estar en el fragor de la campaña y hacer cualquier cosa por arañar un voto, que saber que pronto tendrá que ponerse a gobernar. Pero da igual hay unos cuantos listillos por ahí: periodistas, políticos etc., que siguen con sus insultos y descalificaciones al nuevo inquilino de la Casa Blanca y lo que es peor, también hay quien hace lo mismo con los millones de votantes de aquel. Es que son tan tolerantes que para ellos, solo las elecciones son justas cuando sale lo que ellos quieren. A ver si les va a pasar lo que a Zapatero que después algún día tienen que arrepentirse de ser tan "demócratas".
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