viernes, 18 de noviembre de 2016

Si es que hay gente para todo

Pues nada aquí estoy dándole a la tecla pero sin saber que poner ni de qué hablar. Podría hablar de lo de la  apertura de la legislatura parlamentaria que inauguró ayer el Rey y en la que como siempre  los zampabollos de turno intentaron dar la nota con sus gestos retrógrados. Podría comentar los intríngulis del gobierno, de la oposición, de los partidos, pero para esto aprovecho los días con más humor porque me resultan enormemente pesados, reiterativos en sus soflamas y, en definitiva; aburridos. Un hombre en la Virgen del Camino  mata a su mujer y el luego se ahorca: poco de esto se puede comentar como no sea hasta dónde puede llegar la condición humana cuando pierde el norte.

Pone  uno el telediario y parece tele sucesos: estafas, secuestros, timos, peleas, asesinatos... como si las noticias negativas estuvieran muy por encima de las positivas y eso no es cierto ni puede ser porque en el mundo hay mucha más gente buena que mala. Hubo un tiempo que, al contrario que ahora, todo lo que salía era bueno: todos los días se inauguraban pantanos, colegios, se visitaban fábricas, se construían carreteras, como contrapartida nos daban los muertos de aquel día en Vietnam pero bueno eso quedaba muy lejos. Pues ni tanto ni tan calvo, ni lo de ayer ni lo de hoy.

Algo en nuestra educación y cultura debe estar fallando porque ahora lo que vende es lo tempestuoso, lo no correcto, lo malo.  Hay que llamar la atención como sea, hay que buscar la audiencia a cualquier  precio. Hoy montas tú el circo y mañana yo. Solo así se entiende que los programas de más share tengan como hilo conductor, la depravación y el mal gusto hasta límites extremos. Más que censurar que una persona pueda salir en las televisiones u otros medios, con más o menos ropa, lo que habría que borrar son esas conversaciones, esas escenas tan chabacanas y grotescas, que lo único que tratan de poner a la vista es lo más ruin de las personas.

Circo zafio. Imagen: Vanitis, El Confidencial. com
Lo cierto es que si esos programas funcionan es porque hay gente que los ve. Tenemos tropecientos canales: malos, buenos, de esto y de lo otro y resulta que lo que más se pone, muchas veces es lo más burdo y lo más zafio. ¿Y quién tiene la "culpa" de que ocurra esto? Sin duda en primer lugar el que los ve, pero creo que alguien más, bastantes más. Por ejemplo los gobiernos que han permitido que los dos grupos mediáticos más importantes que hay de  televisión  con unos cuantos canales cada uno; sean de propiedad mayoritaria extranjera, italiana: ATRESMEDIA Y MEDIASET, que acaparan el 90% de la publicidad de televisión. También otro gallo cantaría si las empresas anunciantes a la hora de poner sus spots miraran además de  la cuota de pantalla;  la educación y el buen gusto. Ya me dirán "capos" como Berlusconi, propietario de MEDIASET, qué interés puede tener en que además de ganar dinero,  su TV sea buena, más si tenemos en cuenta que su vida está plagada de conductas reprobables.

Tenemos que aferrarnos al lado positivo de las cosas. Ayer en el Congreso, fueron muchos más los que se comportaron que los zampabollos, hay sucesos negativos pero hay muchos más que dan su vida día a día para que otras personas salgan adelante. Lo han dicho grandes personas, que por aquí he nombrado alguna vez: lo negativo, lo malo ha existido siempre y existirá lo peor sería no plantarle cara.

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