—Mira papa hay un concurso
literario de Navidad en el instituto en
el que podéis participar también los padres. —Me dice el guaje.
—Vale, pues nada, si es por participar se participa. —Contesto.
—Aquí vienen las bases.
—Me acerca un folio.
Lo echo una ojeada. Tema: Solsticio de invierno y/o el invierno en tierras leonesas.
—Yo pensé que por ser un
concurso de Navidad sería para hablar de la misma. No me gusta este trapicheo
de temas/títulos, me temo que no voy a participar.
—Eso son disculpas. —Asegura.
—Me lo tendré que pensar.
Y pensando recuerdo que dice
la alcaldesa Carmena que este año celebrará el Solsticio de Invierno con un
gran desfile de luz y fuegos. La Colau
de Barcelona parece que también está por hacer algo parecido.
Debe ser que lo del
solsticio no me acaba de cuadrar. Cada uno puede celebrar lo que quiera y
cuando quiera, lo que no veo correcto es que algunos dirigentes públicos
pretendan cambiar una tradición tan entrañable como la Navidad por la puerta de
atrás.
Se cuenta que los pueblos celtas y romanos hacían ya grandes fastos en los dos solsticios de invierno y
verano, también en los equinoccios de primavera y otoño. El 21 de diciembre celebraban el Yule, la noche
más larga del año, con grandes hogueras, cantando y bailando a su alrededor durante
toda la noche. Yule según el viejo inglés significa "rueda", parece que
relacionado con la esfera solar. La
rueda va girando y los días van
creciendo, naciendo con ello un nuevo año a partir del día más corto con el aumento
paulatino de las horas de sol.
Parece que la Navidad como
tal empezó a celebrarse en la edad media
allá por el año 320, fueron los Papas de entonces los que la quisieron conmemorar para matar, dos pájaros de un tiro: instaurar el rito
religioso y pasar por encima de lo que
hasta entonces venía haciendo como fiesta pagana. En el calendario
juliano, introducido por Julio Cesar, el
solsticio de invierno caía el 25 de diciembre por esto los Papas escogieran ese
día para celebrar el nacimiento de Cristo. La celebración de la Navidad además
de las fechas, "heredó" muchos de los
actos que anteriormente se hacían: luces,
árboles, cánticos, color…
La tradición debe mandar |
A partir de entonces la
Navidad ha calado de forma especial en la cultura europea, más si
cabe en España y es raro el hogar, creyente o no, donde por esas fechas no se asiente un
nacimiento o un árbol de Navidad. No me parece mal que quien le apetezca celebre
el Solsticio de forma individual, lo que no entiendo es por qué pretenden
cambiar una tradición tan milenaria y tan especial solo porque a algunas o algunos
ediluchos parece que todo lo que tenga
connotaciones religiosas no les va nada bien. De extrañar nada, por supuesto. Ahí tenemos también las celebraciones de lo
que se atreven a llamar bautismos y
comuniones civiles, como si tuvieran algo que ver con las celebraciones
religiosas del mismo nombre. ¡Podían, al menos, ser
más originales, digo yo!
Así que creo que estaría
encantado de poder participar en el
concurso si se tratara de hablar de la
Navidad en León y no del Solsticio, aunque puede
que lo haga, sobre todo por mi hijo que sé que le encantaría, pero… me lo tendré que pensar.
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