Al entrar en el blog he visto mi anterior post en el que hablo de una esquela y esto me ha recordado más casos de esquelas. Hace tiempo había un jefe en el trabajo, educado y bien, que de vez en cuando pasaba a visitarnos, simplemente saludaba, poco más y se iba. Un día cuando entraba por la puerta vimos que traía en la mano una esquela.
—Fíjense que nombre viene en esta esquela, Doña Gertrudis Víbora Sorda. No me digan que no es gracioso.
De los tres que estábamos, la compañera soltó una solemne carcajada, los otros dos nos sonreímos un poco.
—Ya veo que a fulanita le ha hecho mucha gracia.
—Como para no hacerme gracia, además mi marido y yo coleccionamos esquelas. —Le contestó la chica.
Bueno, pues a partir de entonces, cada dos o tres días aparecía por allí con los pertinentes recortes de esquelas que solemnemente posaba en la mesa de la compañera mientras las leía: Honestalio Piel de Lobo, jajaja, jijiji. Así siguió la cosa un tiempo hasta que el buen hombre se retiró y dejó de ir por el trabajo. Entonces la compañera que tenía el cajón bajero de su mesa lleno de esquelas, no tuvo mejor idea que llenar con ellas una papelera. O sea que todo mentira lo de que las coleccionaba con su marido.
Ahora que estamos con lo de Cataluña: llevamos 40 año que desde allí nos vienen "contando" cosas que en este caso, no tienen ninguna gracia, pero que en general los gobiernos y la sociedad no se tomaron en serio, algunos se han limitado a tomarlo como a chiste, así que siguieron con sus gracietas pidiendo cada vez más y mira por cuanto ahora han llegado al límite y han pedido la independencia. De repente mucha gente ya se lo toma en serio, no pasa porque además no puede seguir con la guasa como si nada y pretenden meterles en cintura. Y los mismos Puigdemontsinos que se sitúan fuera de la ley se sorprenden: ¡Pero si estaban de acuerdo en que somos una nación y hasta más "guapos"!
Todo mundo, de repente, parece que se hubiera caído del caballo y le hubiera llegado la luz cuando deberían haberse dado por enterado hace muchos años: los unos, que estaban haciendo dejadez de funciones por no hacer cumplir la ley, los otros que se estaban pasando unos cuentos pueblos y que todo tiene su límite. Así han llegado a unos topes en que la solución ya es muy mala para todos: unos porque re-instaurar la legalidad a estas alturas con quien no la ha respetado es complicado y los otros porque se habían ilusionado, sobre todo muchos de sus compinches de que todo el monte es orégano.
Publicado en El Español |
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